
«Parece velliña e dende logo está delgada e moi deteriorada, pero traballou moito», concluía ayer el alcalde, Amancio Cid, señalando las llagas en los cuartos traseros y delanteros por el roce del arnés durante años. El animal debe su rescate a un vecino que la descubrió en la tarde del miércoles y avisó a Protección Civil. Desde entonces está en un cobertizo de propiedad municipal porque, explica el alcalde, «antes de tomar unha decisión queríamos dar tempo ao dono por se a roubaran». La espera ha sido en vano y nadie ha reclamado al animal, pero ha servido para que encuentre algo de consuelo en un perro, también abandonado y que curiosamente fue hallado pocas horas antes en la misma zona. Uno de los vecinos de Toén que se han acercado a ver a la burra lo tenía claro: «Son do mesmo dono, e seguramente o can foi detrás dela ou saíu a buscala». La afinidad entre ambos es evidente. El perro, muy dócil, se niega a separarse de ella y cuando se intenta llevarlo en otro sentido, no quiere caminar, pero en cuanto la burra se pone en marcha, el can la sigue. El futuro de ambos es incierto. El alcalde pretende que alguna protectora se haga cargo de la burra pero al cánido, salvo que algún vecino quiera adoptarlo, le espera la perrera.
Nota de Diario Pegassus: Casi cada día nos "desayunamos" con nuevos casos de maltrato animal y es que algunos seres humanos cada día son mas animales. Ayer leímos en algún medio de comunicación que la policía estaba buscando a una adolescente que salía en Youtube lanzando unos gatitos a un río ... ¡no podemos con esta crueldad!, nos supera.
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